martes, 15 de marzo de 2016

UNIDAD IV.

CAMBIO ORGANIZACIONAL


INTRODUCCIÓN

          El cambio organizacional es aquella estrategia normativa que hace referencia a la necesidad de un cambio. Esta necesidad se basa en la visión de la organización para que haya un mejor desempeño administrativo, social, técnico y de evaluación de mejoras. El cambio se facilita no se gestiona.
          Para poder tener el conocimiento de cuando hacer cambios en la organización se necesita tener una buena planeación, tener bien identificado cuáles son sus defectos, identificar problemas y errores que la organización sufre, y tener reflejado un enfoque de las consecuencias del cambio a producir.


4.1 CAMBIO EN EL ÁMBITO DE LAS ORGANIZACIONES.

¿Qué entendemos por cambio en el ámbito de las organizaciones?
- Es toda aquella modificación que permite a las organizaciones a permanecer en el tiempo, en un entorno determinado y con un carácter más o menos estable. Más en concreto cambio organizacional es la capacidad que tiene las organizaciones de adaptarse a los diferentes obstáculos, transformaciones, que sufra tanto en su entorno externo como en el entorno interno de la misma, debido a las transformaciones en las que se ven envueltas las organizaciones, su estructura se ve afectada y por consiguiente crean un nuevo comportamiento organizacional.


Características:
  • El proceso de cambio se lleva a cabo fuera de la jornada laboral y es de participación voluntaria.
  • No solo afectan a la estructura de la organización sino a la vez afecta a las personas que se encuentran en ella.
  • Es necesario porque las organizaciones deben renovarse y ajustarse a los cambios que se dan en el entorno en el cual se desenvuelve.
  • Se realiza para tener una mayor eficacia y eficiencia.
Requisitos previos para llevar acabo el cambio en la organización:
  • Implicación y aceptación de la dirección
  • Participación voluntaria
  • Confianza en la madurez de los trabajadores
Cambio organizacional como factor de riesgo y estresor
Se puede hablar de salud organizacional para referirse a los niveles de salud física, psicológica y social de todo el sistema, desde este punto de vista se conoce que hay unas organizaciones más sanas y/o estresantes que otras. Las organizaciones actuales están en permanente proceso de evolución como consecuencia de los cambios dinámicos que se exigen para adaptarse de forma competitiva al entorno. Estos cambios organizacionales estimulan la innovación, el aprendizaje y crean sistemas de gestión del conocimiento, pero exigen un alto esfuerzo, sobre todo psicosocial (cognitivo, emocional y conductual) por parte de los trabajadores para adaptarse a su nuevo entorno.




4.2 EL PROCESO DE CAMBIO ORGANIZACIONAL

          El proceso de cambio abarca todas las actividades dirigidas a ayudar a la organización para que adopte exitosamente nuevas actitudes, nuevas tecnologías y nuevas formas de hacer negocios. La administración efectiva del cambio, permite la transformación de la estrategia, los procesos, la tecnología y las personas para reorientar la organización al logro de sus objetivos, maximizar su desempeño y asegurar el mejoramiento continuo en un ambiente de negocios siempre cambiante.
En el proceso de cambio se dan tres etapas, a saber:
·         Etapa de cuestionamiento: De retar el status, de fijar metas y de diseñar. De una u otra forma, se cuestiona la forma actual de hacer las cosas.
·         Etapa de cambio: De aclarar, de reforzar. Aquí se hace el trabajo de cambio, al crear estructuras y desarrollar nuevos sistemas comenzando por fomentar nuevas actitudes y formas de trabajar.
·         Etapa de consolidación: De institucionalización y de evaluación. Esta es la etapa donde se hace que el cambio, se consolida asegurándose que la gente piense que es algo que va a perdurar en la organización.
          La transición, en el proceso de cambio, es la etapa más confusa. En ésta influye el proceso psicológico por el que las personas van pasar para encontrarse en sintonía con la nueva situación. La transición es el momento intermedio entre la situación actual y la deseada. Durante la transición, por una parte, se proyectan los beneficios que generará la situación deseada; por otro, se sigue operando según la práctica que se desea abandonar, porque aún no se cuentan con los medios, los procesos, las personas, las estrategias, la información o la tecnología necesaria para operar de acuerdo a la situación deseada.
          En esta etapa, los actores involucrados no ven totalmente claro el norte de la situación y emergen las trabas, las dudas, los costos del cambio, las desventajas del mismo y los perjuicios personales que esta nueva situación les podría traer a cada quien. Como es el caso de pérdida de poder, de status, duplicidad o sobrecarga de tareas, posibles nuevos jefes. Por lo que emergen cuestionamientos acerca de su capacidad personal de cada quien e interrogantes de diversa índole.
        
Para superar exitosamente la etapa la transición, es necesario:
·         Entender el porqué del cambio, y asumir la propia transición personal.
·         Visualizar la situación de manera sistémica entendiendo el todo, sus partes, las interrelaciones existentes entre dichas partes involucradas, y el impacto que una decisión puede generar en toda la organización.
·         Reconocer que la resistencia al cambio es una verdad a medias. Muchas empresas se aferran al paradigma de la resistencia para justificar de antemano el fracaso del cambio. La resistencia es una reacción natural, predecible y humana.
·         Aceptar reacciones de toda índole, al menos en una primera etapa. Si no hay reacción en un proceso de cambio, no hay cambio. La gente reacciona cuando percibe que algo está cambiando. La resistencia, adecuadamente canalizada, siempre suma.
·         Minimizar, no ignorar, el impacto emocional que toda situación de cambio genera, sin por ello resignar la profundidad y la toma decisiones, a veces no deseadas, que todo proceso de cambio conlleva.
·         Acortar, al máximo posible, el período de transición suministrando información acerca de la marcha del proceso, generando coaching y compartiendo la incertidumbre.
·         Comprender que las personas no son artefactos que cambian en una fracción de segundo de un estado al otro, sino que requieren su tiempo; por esto hay que realizar el acompañamiento por medio de la capacitación formal o informal.


4.3 ESTRUCTURA PARA FACILITAR PROCESOS DE CAMBIO.

          Para nuestro propósito, nos centraremos en el cambio organizacional, más que en el individual. El cambio individual tiene básicamente las mismas bases y proceso, siendo el organizacional más complejo por tratarse de varios individuos cooperando.

          El cambio, como ya mencionamos antes, se da en etapas. El cambio de una etapa a la siguiente requiere acciones específicas:
Preparación
          Se da al pasar de la etapa de conocimiento a la de emociones. Se basa en la inspiración que pueda conseguirse en el personal. Esto se consigue liderando el cambio, creando una visión y dando forma a la cultura que se obtendrá con éste, fortaleciendo la estima y la identidad del personal con la organización.

Cambio
          El cambio en sí es el proceso de desplegar cada una de las funciones y responsabilidades específicas a cada miembro de la organización.
Crecimiento
          El cambio exitoso provoca sensación de logro y crea un ambiente propicio para adoptar actitudes dinámicas en algunos miembros de la organización, que intentarán liderar nuevos cambios. Cuando esto sucede, se está dando la captación de valor, es decir que se logra auto-evaluar el logro y se pone la mente en nuevas metas que llevan a tácticas y planes operativos. El siguiente cambio será ir un nivel más arriba, con lo que se da el proceso de crecimiento.
Una estructura para facilitar procesos de cambio
          De las estrategias puntuales planteadas en el punto anterior, rescatamos la estructura básica que debe tenerse en cuenta para facilitar los procesos de cambio. La misma parte de la ejecución mantiene seis acciones claves:
1.    Comunicar la necesidad de cambio
2.    Obtener una visión compartida
3.    Generar el compromiso de los líderes
4.    Facilitar la participación del personal
5.    Pensar sobre la organización en forma integrada
6.    Medir el Performance
          En el siguiente cuadro se indica el resultado de no contar con alguno de estos elementos estructurales:
LA ECUACIÓN DEL CAMBIO

          La visión, el compromiso de los líderes y la participación del personal deben canalizarse a través de una estructura de equipos de trabajo, con objetivos, prioridades, funciones y autoridad muy bien definidos. Estos equipos deberían ser los encargados de lograr un adecuado efecto "cascada" sobre el resto de la organización. Es importante tener en cuenta que la selección de los integrantes de estos equipos es el primer mensaje que se envía al conjunto. Se requiere de individuos exitosos e influyentes.
           Los dos últimos componentes están relacionados con el concepto sistémico que nos dice que, de no sostener el proceso con anclajes a nivel de la cultura de la organización, del establecimiento de nuevos comportamientos, de mediciones coordinadas con la estrategia buscada, e inclusive de sistemas de premios y castigos coherentes, es posible que los resultados no sean los esperados o que se sufran retrocesos posteriores a la implementación del cambio.
          Dejamos para el final el primero de los elementos de la ecuación del cambio: la necesidad de cambio, que desde el punto de vista personal puede traducirse en la percepción de la necesidad de cambio. Este componente es vital, porque tiene enorme influencia en la voluntad que pondrán las personas en el proceso.
          En realidad, las posiciones de las personas pueden ir modificándose con el tiempo. En la figura siguiente observamos un ejemplo de patrón de conducta ante percepciones negativas del cambio.
CONCLUSIÓN

En realidad, a facilitar se aprende dialogando, caminando la planta o los pisos, escuchando, participando, capitalizando los errores y, sobre todo, sabiendo "leer" los mensajes subyacentes de las personas involucradas y obrar en referencia, no en consecuencia.
Facilitar el cambio organizacional implica apoyar a las personas para que primero visualicen, luego internalicen, y posteriormente se involucren voluntariamente en el logro del objetivo resultante de la situación emergente.
De lo que se trata es tener en cuenta tanto los factores técnicos como los humanos, priorizando en determinados momentos los segundos, aspecto este que se descuida, por lo que es necesario que los agentes de cambio posean determinadas competencias y habilidades para poder facilitar el proceso con éxito. 

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